El aceite de motor es básicamente una mezcla de aceite base y aditivos que se usa para lubricar los componentes del motor, reducir la fricción, limpiar, refrigerar y proteger el motor. El aceite de motor consta de dos componentes básicos: aceites base y aditivos. Estos aditivos incluyen dispersantes, detergentes, aditivos antidesgaste, modificadores de la fricción, antioxidantes, aditivos antiespuma, inhibidores de la corrosión, mejoradores del índice de viscosidad, depresores del punto de vertido, etc. Los aceites de motor sintéticos actuales son una mezcla compleja de aceites base y aditivos formulados para realizar diversas tareas: separar y lubricar las piezas móviles, reducir el desgaste del motor, evitar la acumulación de depósitos en los componentes internos del motor, eliminar y suspender la suciedad y los contaminantes del aceite hasta que se puedan descartar en el próximo cambio de aceite, enfriar las piezas del motor, mejorar la economía de combustible, proteger en un amplio intervalo de temperaturas, accionar componentes hidráulicos en la sincronización de válvulas variable e incluso contribuir a proteger el sistema de emisiones. En definitiva, las fórmulas actuales de aceites de motor sintéticos cumplen muchas más funciones que la mera lubricación.

Los productos derivados resultantes de la combustión contaminan el aceite del motor y si los contaminantes se acumulan en el aceite, pueden depositarse, y crear lodos y depósitos en el motor. Si los componentes del motor y los conductos de engrase están sucios, los efectos son directos para el rendimiento del vehículo, la eficiencia y la economía de combustible. Los depósitos también pueden atrapar el calor dentro del motor. Por eso es importante usar un aceite de motor como los de la gama Texaco Havoline® ProDS™, especialmente formulados para ofrecer una protección constante inmejorable que permita mantener en buen estado de funcionamiento los motores de los vehículos modernos. Esta gama incluso supera los últimos y más estrictos estándares de protección del sector, incluida la especificación dexos1™ Gen 2 de GM.

En una palabra: sí. Así de simple. Los aceites sintéticos a menudo protegen mejor que los aceites convencionales de base mineral, especialmente con temperaturas más altas. En Internet, puede encontrar numerosas explicaciones sobre por qué las moléculas de aceite sintético son mejores que las moléculas del aceite convencional, pero la respuesta sencilla a la pregunta es: sí. Los aceites sintéticos suelen proteger mejor. 

A muchas personas les causa sorpresa saber que sus vehículos nuevos necesitan aceites sintéticos. La razón es que los motores de los vehículos más modernos tienen que encontrar el equilibrio entre factores complejos de combinar como economía de combustible, rendimiento, emisiones bajas, mayor vida útil del motor y, por si esto no fuera poco, intervalos de cambio de aceite más prolongados. ¿Nuestro consejo? Seguir la recomendación del fabricante del vehículo. Si especifican aceite sintético, obedece a la lógica. Y hacer lo contrario podría anular la garantía de su vehículo y reducir la vida útil del motor. 

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Consulte a su distribuidor de piezas de coche y talleres, podrían aceptar sus filtros y aceite usados. También puede acudir a su centro local de reciclaje; puede buscar la dirección del punto más cercano en www.recyclenow.com.

La familia de marcas Chevron incluye Texaco y Caltex. Bajo estas marcas, Chevron vende y distribuye lubricantes, aceites de motor, anticongelantes y refrigerantes Havoline®. En Norteamérica, Latinoamérica y Europa, los productos Havoline® se distribuyen con la marca Texaco. En África, Oriente Medio y Asia-Pacífico, los productos Havoline® se distribuyen con la marca Caltex de Chevron.

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